Los 27 países integrantes de la Unión Europea (UE) llegaron a un primer acuerdo en cuanto a la reforma de la política migratoria del bloque, superando de esta manera el último obstáculo para poder reanudar las conversaciones y cerrar el pacto migratorio antes de que acabe la vigente legislatura.

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Congregados en Bruselas, los embajadores europeos han establecido un acuerdo en un texto esencial del nuevo Pacto europeo de Migración y Asilo que es el reglamento para situaciones de emergencia, este apartado ha tenido muchas reticencias por parte de Alemania e Italia, y luego de amplios debates se ha llegado a un marco común.

El objetivo de este apartado en el pacto que se pretenden sustituya al de Dublín en materia de asuntos migratorios, es el de organizar una respuesta común en caso de una afluencia masiva de inmigrantes a un país de la UE, como durante la crisis de refugiados de 2015-2016.

El ministro del Interior de España, Fernando Grande Marlaska, considera que este acuerdo es un "gran paso adelante" y con él la Unión Europea está "en mejores condiciones para alcanzar un acuerdo sobre la totalidad del pacto de asilo y migración con el Parlamento Europeo antes de que finalice este semestre".

Entre los acápites que más resaltan en el texto es que ahora se ampliaría el tiempo que pueden pasar los inmigrantes en detención en los países fronterizos con el bloque y que se consagra la idea de la "solidaridad a la carta".

Un mecanismo reservado a las situaciones excepcionales en la que se obliga a que los Gobiernos europeos que no estén directamente en la primera línea de recepción a que apoyen haciendo contribuciones financieras o mediante la ayuda con los trámites burocráticos como la evaluación de petición de asilo.

Sin embargo Polonia y Hungría se mantienen en contra del acuerdo alcanzado y no están convencidos la renuncia de los países de entrada a un sistema de cuotas obligatorias. A partir de este momento el texto debe pasar al Europarlamento y debatirse hasta llegar a una versión final del texto.