Unos 60 millones de niños y niñas han migrado a otra nación o fueron desplazados por la fuerza dentro de sus propios países en 2020, reveló un nuevo informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

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El documento sobre género y migración difundido este viernes registra que el año pasado hubo 35,5 millones de niños que vivían fuera de su país de nacimiento como migrantes o refugiados, dato al que debe añadirse los 23,3 millones de infantes que se encontraban en situación de desplazamiento interno.

Esto representa un aumento de casi 10 millones de menores con respecto a 2015, hecho que tiene una relación directa con algunas rutas migratorias que están sesgadas por cuestiones de género.

Unicef refiere que, en 2020, nueve de cada diez niños no acompañados que buscaban asilo en Europa eran varones y dos de cada tres procedían de Afganistán, territorio que encabeza la lista de los diez países con el mayor número de menores solos que solicitaron asilo en el continente.

Según el organismo, las principales razones que impulsan a los menores a desplazarse son el de asumir el rol de sostén de la familia por parte de los niños, mientras que las niñas pueden emigrar como estrategia para retrasar el matrimonio forzado o al ser abusadas sexualmente. Entre las víctimas de la trata detectadas, de cada cuatro al menos tres son niñas.

“Alrededor de 9 millones de niños migrantes vivían en Oriente Medio y el norte de África en 2020; el 54,3 por ciento eran niños. Europa occidental también mostró un desequilibrio de género más pronunciado, y los niños representaron el 52 por ciento de los 5,6 millones de niños migrantes”.

Unicef valoró que “se necesitan urgentemente esfuerzos locales, nacionales, regionales y para recopilar estos datos y abordar las desigualdades de género que afectan a las niñas y niños migrantes, y a los desplazados en todo el mundo”.