Los presidentes de Ucrania y Lituania anunciaron este viernes que no apoyarán el tercer paquete de sanciones de la Unión Europea (UE) contra miembros del Gobierno y la sociedad civil bielorrusa, considerando sus estrechos vínculos comerciales con Minsk (capital bielorrusia). 

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De acuerdo con declaraciones del presidente lituano, Gitanas Nauseda, su hómologo ucraniano,  Vladimir Zelensky había prometido unirse al nuevo paquete de sanciones de la UE contra los funcionarios bielorrusos. Sin embargo, decidió cambiar la decisión esta vez. 

Medios locales ucranianos resaltan en esta jornada que Bielorrusia es un socio comercial importante para Ucrania, lo que ha pesado en la nueva posición, pese a contradicciones políticas, aún latentes entre Minsk y Kiev. 

Ucrania y Lituania son miembros de la UE, bloque que aplica sanciones como la congelación de activos o la prohibición de viajar a altas autoridades de Bielorrusia, tras las protestas de la oposición en dicho país contra la reelección del presidente Alexander Lukashenko.

Las medidas no incluyen al mandatario bielorruso, pues desde la UE todavía se buscan canales  para impulsar "el diálogo político". Igualmente se le ha pedido a la Comisión Europea que elabore un plan de apoyo económico para Bielorrusia. 

Por su parte, el presidente ucraniano ha manifestado su intención de mantener las relaciones comerciales y diplomáticas, pese a las presiones del bloque por promover nuevas elecciones, desconociendo la voluntad popular que ha mantenido en el poder a Lukashenko.