En Filipinas, el Instituto Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC) informó de, al menos, un fallecido y más de 180.000 afectados por el supertifón Doksuri.

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Bautizado como Egay en territorio filipino, el tifón continúa azotando el norte de la isla de Luzón, donde se encuentra la capital, Manila, con fuertes vientos y lluvias; lo que ha provocado inundaciones y deslizamientos de tierra.

Según el NDRRMC unos 9.000 filipinos han tenido que abandonar sus hogares en la regiones de Ilocos, Luzón Central, Calabarzon, Mimaropa, Bicol, el oeste de Visayas, el norte de Mindanao y Soccsksargen.

Medio de prensa dieron a conocer que la Guardia Costera de Filipinas empleaba cuerdas y botes de goma para evacuar a las personas atrapadas en sus casas por aguas turbias, a la altura de la cintura, en una aldea del municipio de Bacarra, en la región de Ilocos Norte.

Se espera que las condiciones "violentas y de riesgo mortal" continúen en las islas Babuyan, al norte de Luzón, y en las regiones de Apayao e Ilocos Norte en las próximas horas; de acuerdo con la oficina meteorológica filipina, PAGASA.

Esa entidad también alertó que las tormentas causadas por el tifón pueden provocar inundaciones de más de tres metros en la zona costera del norte de Luzón. Debido a su intensidad, las autoridades este martes habían elevado a Egay al máximo nivel, cinco, catalogándolo de supertifón.

El evento hidrometeorológico ha registrado una fuerza del viento, cerca del centro, de unos 209 kms por hora. En consonancia, el Gobierno de China también decretó este miércoles, y por primera vez en el 2023, la alerta roja, la más elevada de su sistema de cuatro colores, ante la inminente llegada del quinto supertifón de la temporada.