Autoridades sanitarias de Sierra Leona informaron este miércoles que ya suman 130 los fallecidos y más de 90 los heridos a causa de la explosión de un camión cisterna el pasado 5 de noviembre en Freetown, la capital, y dieron a conocer que de estos últimos 29 siguen hospitalizados y necesitan asistencia médica.

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El Ministro de Salud, Austin Demby, solicitó colaboración con las instituciones sanitarias para organizar donaciones de sangre entre la población para los heridos. Al respecto expresó: “Necesitamos suficiente sangre para salvar la vida de los que sufrieron quemaduras graves".

Las autoridades tratan de identificar a las víctimas mortales de la explosión mediante pruebas de ADN.

El siniestro se produjo cuando un camión cargado de granito chocó con otro camión tipo cisterna que trataba de entrar en una gasolinera. El accidente provocó la fuga del combustible.

Muchas personas, en su mayoría vendedores ambulantes y motociclistas se acercaron al lugar para tratar de recoger la gasolina, y mientras tanto comenzó un incendio que, a su vez, causó una fuerte explosión.

De acuerdo con testimonios publicados en medios de prensa, aunque los conductores de los camiones trataron de alertar a quienes se aproximaban del peligro, la multitud siguió congregándose en torno al sitio del accidente y fue presa de la explosión y las llamas.

Numerosos Gobiernos e instituciones han comunicado a las autoridades de la nación africana las condolencias a partir de este lamentable hecho.