El gobierno de Siria, encabezado por el presidente Bashar Al-Ássad, continuó este martes en la región de Daraa (sur) la implementación del plan de reconciliación que procura devolver la paz a ese país, tras más de una década de enfrentamientos contra agrupaciones radicales terroristas.

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En estos momentos, efectivos de grupos armados ilegales deponen sus armas ante soldados del Ejército Árabe Sirio en la ciudad de Tel Shehab, ubicada en el extremo sur de la referida provincia.

El acuerdo de reconciliación comenzó su implementación el 9 de septiembre pasado con el objetivo de lograr la paz en Siria. Los ilegales armados atrincherados recibirán indultos a cambio de la entrega de sus armas y regularizar su estatus jurídico.

Las autoridades sirias han tomado el control de más de cuatro localidades de la provincia de Daraa y actualmente continúan las labores del plan promoviendo que decenas de armados acudan a los centros de reconciliación.

Mediante este acuerdo, las autoridades del Gobierno pueden recuperar el control de esas zonas de manera pacífica. Después de recuperar el control del este de Daraa, el mando sirio se dispone a recuperar la región oeste.

Esta es una provincia que limita con el Golán sirio ocupado militarmente por Israel, por lo que el control de ella bloquearía una de las importantes entradas de recursos hacia fuerzas invasoras desplegadas en la estratégica meseta, encabezadas por tropas de Estados Unidos.