El Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria condenó los ataques perpetrados la madrugada de este lunes contra objetivos de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en la localidad de Al-Bukamal, en Deir Ezzor (este).

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La Cancillería calificó como “una violación flagrante de la soberanía nacional de Irak y Siria” los bombardeos estadounidenses en la localidad de Deir Ezzor, fronteriza con Irak.

Los ataques dejaron al menos siete muertos en territorio sirio, entre ellos un niño y cinco miembros del grupo de milicias iraquíes Movilización Popular, informaron medios locales.

Asimismo, advirtió la Cancillería siria que los ataques estadounidenses sólo exacerban la tensión en la región de Asia Occidental y sirven a "los objetivos israelíes y de fuerzas separatistas". 

El Gobierno de Damasco exigió a la Administración estadounidense respetar la integridad territorial de Siria e Irak y detener de inmediato este tipo de ataques que atentan contra la soberanía nacional y la independencia de esos dos países.

Por su parte, el Gobierno iraquí advirtió que Bagdad “no permitirá de ninguna manera que el territorio del país sea parte de cualquier conflicto o confrontación para ajustar cuentas”, en medio de numerosas condenas y críticas desde el Parlamento y las fuerzas populares de esa nación.

Respecto a los ataques, realizados por cazas de las fuerzas de ocupación estadounidense en Siria, el Pentágono alegó en su versión, carente de reporte de víctimas, que el mismo fue ordenado por el presidente Joe Biden, en calidad de una acción "de precisión" de carácter defensivo contra supuestas instalaciones de grupos armados.

Tras asumir Biden el poder, se produjo, a finales de febrero pasado, el primer ataque aéreo de este tipo en Siria contra posiciones y un cargamento de armas de las milicias iraquíes Movilización Popular y Kataeb Hizbulá, el cual dejó un balance estimado de hasta 22 víctimas.