El representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, el embajador Qusai Al-Dahhak, afirmó este miércoles ante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad que el ataque contra el Consulado de Irán en Damasco (capital) constituye un precedente peligroso.

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El representante sirio valoró de grave el quebrantamiento de los acuerdos y las reglas internacionales que avalan la seguridad de las sedes diplomáticas e impiden agresiones contra ellas.

“Esta agresión constituye una grave violación de las convenciones y normas internacionales que garantizan la protección e inmunidad de las sedes diplomáticas y su personal y la prohibición de cualquier ataque contra las mismas, incluidas las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares, y la Convención para Prevenir y Sancionar Delitos contra Personas Internacionalmente Protegidas, incluido el personal diplomático” aseveró Al-Dahak.

Asimismo, responsabilizó a la administración estadounidense de los continuos ataques israelíes que ponen en peligro la paz y la seguridad regional e internacional, y de conducir a la región hacia posiciones de ascenso de la violencia e inestabilidad sin precedentes.

De igual manera, expresó que la sede del Consulado iraní atacado está situado en una zona de gran población, cerca de edificios de misiones diplomáticas extranjeras y organizaciones internacionales, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Cerca de la institución se ubica también un hospital privado, facultades de la Universidad de Damasco y diferentes bancos y comercios privados, por lo que es una zona frecuentada por mucha población.

Asimismo, recordó las agresiones a las infraestructuras civiles en áreas rurales de Damasco, Alepo y Deir Ezzor, que ocasionaron la muerte y lesiones a diferentes civiles y funcionarios militares, y daños materiales a instalaciones públicas y privadas.

También refirió sobre la coincidencia de las ofensivas realizadas por grupos terroristas extendidos en el noroeste de Siria, usando vehículos aéreos no tripulados contra civiles en Alepo, y agresiones realizadas por la organización terrorista Daesh en el este de Siria, lo que ratifica la existencia de conexión entre Israel y los terroristas.

Al-Dahak reflexionó que Israel no habría realizado el ataque contra una sede diplomática amparada por el derecho internacional y contra infraestructura civil, entre ellos aeropuertos, puertos y localidades residenciales, si no contara con el sostén de Estados Unidos, que posibilita sus acciones a lo largo del tiempo.

Por ello, solicitó a las Naciones Unidas que asuma sus compromisos primordiales de sancionar los continuos ataques de Israel, y presione para finalizar las agresiones y asegurar  que los responsables sean enjuiciados.