Con un marco digno en Anfield, una lluvia de goles y emociones para ambos bandos durante los 90 minutos de juego y una pletórica exhibición de Mohamed Salah, el Liverpool FC tomó una importante ventaja al derrotar a la AS Roma (5-2) en el juego de ida de la semifinal en la UEFA Champions League.

El egipcio Salah se convirtió en el verdadero verdugo de la escuadra italiana al liderar un ataque que no tuvo compasión con el club que protagonizó una hazaña inolvidable ante el FC Barcelona hace 15 días atrás.

La debacle de la loba inició a los 35 minutos de juego: Salah recibió un balón al borde del área, se acomodó y con su pierna izquierda ajustó su remate a la esquina superior derecha del arco defendido por Allison para el 1-0.

Diez minutos después, el propio Salah amplió el marcador tras un contrataque que definió con sutileza ante la salida del meta brasileño. El africano se convirtió en el primer jugador de este continente en alcanzar la cifra de 10 goles en una misma temporada de la Champions.

No obstante, la diferencia no quedaría allí: a los 56 minutos el faraón se proyectó por la banda derecha, se internó en el área y sirvió un balón para que el senegalés Sadio Mané pusiera el 3-0. La goleada la culminó el brasileño Firmino al anotar a los 61 y 68 minutos, el primero con una nueva asistencia del egipcio en el partido.

Sin embargo, cuando todo indicaba una escandalosa derrota, el equipo italiano logró descontar y marcar par de tantos, a los 81 y 85 minutos, para mantener posibilidades e ilusionar a sus seguidores ante una posible nueva remontada en su feudo.

Los reds mantienen un paso avasallador en el torneo -con 38 goles anotados- que los encamina en la búsqueda de su sexta orejona y alcanzar una nueva final tras 11 años de ausencia (2006-07).

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