El portavoz de la Presidencia de Rusia, Dimitri Peskov, negó este miércoles que su país haya perpetrado la víspera un ataque con misiles contra un restaurante de la ciudad de Kramatorsk, al este de Ucrania.

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Durante un encuentro con periodistas, el funcionario rechazó la acusación sobre la autoría del ataque, que según la Policía ucraniana fue ejecutado con misiles Iskander y dejó al menos diez muertos y alrededor de 60 heridos. Subrayó que las Fuerzas Armadas rusas no atacan infraestructura civil.

Recordó que los ataques que se llevan a cabo en el contexto de la operación militar especial en Ucrania “son contra lugares que están conectados de una forma u otra con infraestructura militar”.

Añadió que el Kremlin rechaza de manera enérgica un informe publicado este martes por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el cual se afirma que Rusia ha violado los derechos de los niños en Ucrania.

Sobre este aspecto, aseguró que desde el comienzo de la operación militar en el Donbás las fuerzas rusas han tomado medidas para proteger a los menores de edad, entre ellas la evacuación de las zonas de conflicto.

Por su parte, el diputado ruso Yevgueni Popov suscribió las declaraciones de Peskov y enfatizó a la televisión británica que el Ejército de su país solo bombardea infraestructura militar o vinculada a instalaciones castrenses.

Tras los sucesos de Kramatorsk, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pidió llevar ante un tribunal a los rusos, a quienes llamó “asesinos” y “terroristas”.