El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, declaró este lunes durante una videoconferencia con los mandos de las Fuerzas Armadas rusas que el fallido motín del grupo militar privado Wagner en ese país fracasó gracias "a la lealtad al juramento y al deber militar de los efectivos".

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Asimismo, catalogó los sucesos como "un intento de desestabilizar la situación en Rusia.

“La provocación no afectó a las acciones de las agrupaciones de las fuerzas en Ucrania. Los soldados siguieron cumpliendo con valentía y abnegación las tareas que se les habían encomendado", aseguró.

Así como también "agradeció a los efectivos por su buen servicio" y destacó que los ataques eficaces de las Fuerzas Armadas de Rusia reducen el potencial ofensivo de Ucrania.

"A nivel general, el enemigo no ha alcanzado sus objetivos en ninguna de las direcciones, lo que demuestra la habilidad de nuestros combatientes y las expectativas claramente exageradas de las alabadas armas occidentales", resaltó.

En ese sentido, dio a conocer que las tropas rusas destruyeron 16 tanques Leopard, lo que representa "casi el 100 por ciento" de los blindados de este tipo suministrados a Ucrania por Polonia y Portugal.

En tanto, desde el pasado 4 de junio, las fuerzas de Kiev han perdido 920 blindados de diferentes tipos, 15 aviones y tres helicópteros, en tres zonas: al sur de la República Popular de Donetsk y en la provincia de Zaporozhie.