La Cancillería de Rusia anunció este jueves que el ministro Serguéi Lavrov y el presidente iraquí, Barham Salih, insisten en la necesidad de alcanzar una estabilidad duradera en la frontera sirio-turca, basándose en el respeto a la soberanía y la integridad territorial.

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Los representantes de ambos países expresaron su disposición a favorecer un diálogo entre Damasco y Ankara, así como entre las autoridades y los kurdos sirios.

Lavrov indicó que entiende la preocupación de Turquía, pero considera que su decisión debió tomar en cuenta la opinión de Siria; además, responsabilizó a la política de Estados Unidos (EE.UU.) en la región de impulsar la operación milita y recalcó el interés ruso por una solución inmediata al conflicto.

Asimismo, anunció que Rusia pedirá el inicio de un diálogo entre Damasco y Ankara, cuya participación consistirá en el acuerdo de "establecer contactos entre la capital siria y las organizaciones kurdas que rechazan el extremismo y los métodos terroristas en sus actividades".

"Hemos oído hablar del interés tanto por parte de los representantes oficiales sirios, como de los representantes de las organizaciones kurdas", subrayó.

Irak, por su parte, advirtió de las consecuencias que pueden traer para los civiles que viven en las zonas en conflicto.

El Ministerio de Defensa turco anunció el miércoles el inicio de una ofensiva terrestre que forma parte del operativo militar "Fuente de paz" en el norte de Siria.

Este consiste en el despliegue de fuerzas adicionales en la frontera, luego de que el pasado 5 de octubre el presidente Recep Tayyip Erdoğan declarara que su país estaba listo para empezar una gran operación militar en el norte del país árabe.