El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, denunció a Estados Unidos por intentar politizar el comercio de gas, haciendo referencia a las declaraciones del secretario de Energía de EE.UU., Rick Perry, quien instó a detener el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 y a sancionar a los países europeos cuyas compañías participen en el mismo.

Lavrov aseguró que siempre ha creído en "la libre competencia, porque el mercado libre significa competencia justa".

Añadió que si "se supone que el gas autoritario ruso es peor que el gas democrático estadounidense, entonces, lo siento mucho, pero esto no es economía, esto no es competencia, esto es pura ideología".

El funcionario ruso afirmó que saben que tienen "retos y enemigos comunes como el terrorismo, el crimen organizado, el cambio climático y el narcotráfico, pero nada de eso se puede resolver con la expansión de la OTAN para acercarse a nuestras fronteras".

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Referente a este llamado de sanciones, el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Maros Sefcovic, expresó estar convencido de que "los aliados no deben intercambiar sanciones contra sus empresas, debemos mantener negociaciones y coordinar nuestras acciones como fue en el pasado".

El pasado miércoles 11 de julio el  Departamento de Estado de Estados Unidos amenazó con sancionar a cualquier empresa que se encuentre trabajando en alianza con el sector energético ruso.

El proyecto Nord Stream 2 buscará implementar la construcción de tuberías de gas con capacidad para 55 mil millones de metros cúbicos anuales desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.  El gasoducto pasará por las zonas económicas de Alemania, Dinamarca, Finlandia, Rusia y Suecia, señala un medio ruso.

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