Rusia acusa a EE.UU. de no querer detener a Israel en Gaza
El titular de Exteriores recordó que la posición del presidente ruso Vladimir Putin , la solución de la crisis de Oriente Medio solo es posible sobre la base de una fórmula de "dos Estados".
De acuerdo a Rusia, Estados Unidos no quiere "atar las manos" de Israel en términos prácticos, según los dichos de este miércoles del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
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En declaraciones a la prensa esta jornada, Lavrov expresó que "En esencia, en términos prácticos, Washington no quiere atar las manos de Israel", mientras señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU rechazó dos veces la resolución de Rusia que pedía un alto el fuego en el conflicto en la Franja de Gaza.
Lavrov añadió que Estados Unidos considera hostiles todas las iniciativas rusas. Por otra parte, inisistió en llamar a las partes a poner fin a las hostilidades.
En otro punto de su intervención, el ministro dijo que Irán y Líbano "no quieren verse involucrados en el conflicto palestino-israelí, no participarán en él si no hay provocaciones".
"Creo que ni Irán ni el Líbano quieren involucrarse en esta crisis", dijo Lavrov. Según él, estos países no participarán en el conflicto si no hay provocaciones, a pesar de la presencia de Hezbolá en el Líbano y de movimientos propalestinos en Irán.
"No veo ningún deseo por parte de Irán o de cualquier otro país de una guerra a gran escala en la región. El problema es que si esta moderación se percibe como una debilidad, como una luz verde para hacer lo que quiera en Gaza Sería un gran error", añadió Lavrov.
El titular de Exteriores recordó que la posición del presidente ruso Vladimir Putin , la solución de la crisis de Oriente Medio solo es posible sobre la base de una fórmula de "dos Estados" aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, que prevé la creación de un Estado palestino independiente dentro del territorio 1967 limita con su capital en Jerusalén Este.
El número de muertos en los ataques sionistas en la Franja de Gaza superó los 11.500 personas y más de 29.000 personas resultaron heridas.