La inflación en Italia se disparó en el mes de septiembre pasado y llegó a un 8.9 por ciento interanual, frente al 8.4 por ciento reportado en el mes de agosto, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística (Istat).

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De acuerdo con el ente italiano, esta situación ha tenido lugar sobre todo por el aumento de los precios de los alimentos (+11.4 por ciento), y el precio de los bienes energéticos pasó de un incremento de 44.9 por ciento interanual en agosto a 44.5 por ciento en septiembre.

“La aceleración del crecimiento en base anual del índice de todos los artículos se debió principalmente a los precios de los alimentos procesados, incluido el alcohol (de +10.4 por ciento en agosto a +11.4 por ciento) y de los alimentos no procesados (de +9.8 por ciento a +11.0 por ciento), y de los servicios relacionados con el ocio, incluida la reparación y el cuidado personal (de +4.6 por ciento a +5.7 por ciento)”, puntualizó el Istat.

Los precios al consumidor aumentaron un 0.3 por ciento en un mes, según Istat, mientras que los precios de los comestibles y los alimentos no elaborados aumentaron un 1.0 por ciento en términos mensuales y un 10.9 por ciento en términos anuales, frente al +9.6 por ciento del mes anterior.

En este sentido el reporte del Istat subrayó que “la inflación subyacente (excluyendo la energía y los alimentos no elaborados) fue del +5.0 por ciento (frente al +4.4 por ciento del mes anterior) y la inflación excluyendo la energía fue del +5.5 por ciento (frente al +5.0 por ciento de agosto)”.

Plataformas locales señalaron que según previsiones de economistas de Italia se pronostica que la inflación va registrar un incremento del 8.5 por ciento en 2022 para disminuir hasta un 6.5 por ciento en 2023 y al 2.3 por ciento en 2024.