El ministro del Interior de Reino Unido, James Cleverly, y el ministro de Asuntos Exteriores de Ruanda, Vincent Biruta, firmaron este martes un acuerdo para trasladar a refugiados políticos irregulares del país europeo a la nación africana.

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La decisión ha causado polémica en el Reino Unido, ya que a primera instancia el Tribunal Supremo de ese país bloqueó la medida y la tachó de ilegal, pero ahora el Gobierno, con este nuevo tratado, sustituye el memorando de entendimiento no vinculante.

La razón principal para el bloqueo del acuerdo había sido que el Supremo no consideraba a Ruanda como un país seguro para los refugiados, ya que los solicitantes de asilo se enfrentaban a un "riesgo real de malos tratos" y tenían la amenaza de ser devueltos por Ruanda a sus países de origen.

En este nuevo tratado, se incluye la promesa de Ruanda de no enviar a los solicitantes de asilo a sus países de origen, aunque sus solicitudes sean denegadas.

Reino Unido pretende enviar a Ruanda a miles de migrantes irregulares que solicitan asilo, a cambio, el país africano ya recibió un pago inicial de 140 millones de libras (180 millones de dólares) bajo la promesa de que financien el alojamiento y el cuidado de los deportados.

Cleverly, que viajó hasta Kigali para firmar este acuerdo, dijo a la prensa que "hay muchas ganas de seguir mejorando el proceso. El Reino Unido y Ruanda están trabajando en ello porque es importante (...) "Espero de verdad que ahora podamos avanzar rápidamente", agregó.