Tras el golpe de Estado concretado en Níger el 26 de julio, el Ministerio de Interior nigerino prohibió este jueves las manifestaciones o actos de repudio, alegando que se aplicarán “todas las medidas legales” para cumplir esta medida.

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“Por ello, las fuerzas del orden tienen instrucciones firmes de proteger a las personas y sus bienes por todos los medios legales, interrogando a cualquier individuo sorprendido cometiendo un acto vandálico y aplicándole, sin debilidad, las medidas legales acordes con la gravedad de este comportamiento”, subrayó el comunicado.

El secretario general del Ministerio de Interior, Seydou Halidou fue la figura del nuevo gobierno golpista que dio a conocer la medida, mientras calificó las protestas acontecidas en la mañana del jueves contra el golpe de Estado como “actos vandálicos y maliciosos”.

Por otra parte, decenas de partidarios del golpe de Estado saquearon e incendiaron la sede del partido gobernante en Niamey, mientras que el jefe del Estado mayor, el general Abdou Sidikou Issa, anunció que el mando militar de las Fuerzas Armadas de Níger (FAN) decidió respaldar la declaración de los gestores del golpe de Estado.

Aún se desconoce la cifra exacta de las personas que resultaron heridas en Niamey durante las protestas, en los manifestantes asaltaron la sede del partido del presidente y quemaron una veintena de vehículos.

Entre tanto el Ministro de Relaciones Exteriores de Níger, Hassoumi Massoudoudesde su cuenta en Twitter declaró sobre el golpe de estado que “este acto de oficiales facciosos pretende, como en otros lugares, poner en tela de juicio nuestras libertades ganadas con tanto esfuerzo, nuestra democracia y los progresos realizados.

La junta militar, autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP) anunció el miércoles la destitución del presidente Mohamed Bazoum, así como la suspensión de las instituciones y el cierre de las fronteras.