Las proyecciones del Gobierno cubano para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2024 fueron presentadas por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, en la primera jornada del pleno ordinario de fin de año de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral).

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Marrero Cruz explicó que se ha trabajado en un escenario de economía de guerra, con todas las complejidades que ello trae, lo que ha generado una agudización de la situación socioeconómica de la nación, derivada de un bloqueo recrudecido.

Dentro de las medidas adoptadas por el Gobierno destacó incrementos en las remuneraciones no salariales, sino como pagos adicionales en el sector de la salud pública: el pago de guardias nocturnas, el pago adicional por exposición y complejidad, por años de servicio y por el máximo esfuerzo. Asimismo, para el sector de educación se suma el pago por antigüedad y sobrecarga docente y otros pagos adicionales.

No obstante, matizó que desde el Gobierno central y sus instituciones, se evidencia que no se han articulado adecuadamente las capacidades para ejercer el control en la implantación de políticas y actividades sobre sectores como, la economía y los servicios, y “estas son cuestiones que tenemos que transformar en 2024”.

Para incrementar la producción nacional se tomarán medidas como garantizar el uso racional de la tierra, e incrementar la producción nacional de alimentos, perfeccionar y desarrollar el proceso de contratación con las formas productivas no estatales en la agricultura e incrementar las tarifas arancelarias a la importación de algunos productos listos para la venta, que son producidos en el país.

Entre las medidas para la reducción del déficit presupuestario está, actualizar los precios minoristas y mayoristas de los combustibles de manera segmentada según los consumidores, incrementar en un 25 por ciento la tarifa eléctrica del sector residencial solo para los altos consumidores, es decir, aquellos que consumen a partir de los 500 kilowatts (kW), y que respresentan el 6 por ciento de los consumidores, como mecanismo para la contención de la demanda, así como aumentar la tarifa a la población con abasto de agua no metrada, por el equivalente de 0,06 usd a 0,17 USD, con el propósito de estimular el ahorro.

También se tomaron para la situación del empleo, el funcionamiento de los actores económicos, el desarrollo territorial, consolidar el proceso de bancarización, el perfeccionamiento de la actividad de gobierno, la atención a las personas en situación de discapacidad y la dinámica demográfica.

Todas estas medidas responden a la necesidad de robustecer y encaminar el trabajo del Ministerio de Finanzas y Precios, ante tantos problemas asociados a los altos precios y a la evasión de impuestos, así como en otros sectores como el Comercio Exterior.

Criticó que se ha desarrollado la mentalidad importadora y de acceso al circuito de las divisas en los sectores productivos y comerciales; se ha agravado el desbalance histórico de la balanza comercial, así como la caída de los ingresos por exportaciones, sin que disminuyeran sensiblemente las importaciones.

Asimismo, dijo que es insuficiente la participación de la inversión extranjera en el desarrollo de la economía, y no se brinda a este tema la prioridad que requiere, ni se fomentan negocios entre los diferentes actores económicos para el uso de las capacidades ociosas o con bajo nivel de explotación.

El primer ministro cubano criticó que el plan anual de la economía y el presupuesto del Estado no se proyectan en correspondencia con las capacidades, potencialidades y necesidades de desarrollo de la nación.

También señaló que no se garantizan métodos efectivos de regulación y control, directos o indirectos, de precios mayoristas y minoristas, mientras persisten insuficiencias en el funcionamiento del sistema de la gestión tributaria.

Entre las proyecciones del Gobierno para incrementar los ingresos de divisas al país el próximo año está incrementar las exportaciones de bienes y servicios, así como redimensionar el mercado cambiario, intervención del informal y control del tipo de cambio en el país, que incluye la determinación de la tasa de cambio y la formación de precios.

Asimismo, para 2024 se prevé el reconocimiento legal de la lengua de señas cubana como lengua natural de la comunidad sorda. Además, está en funcionamiento el Observatorio Color Cubano, como parte del Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial.

Anunció que el próximo año se trabajará en la consolidación de políticas públicas para la promoción de mujeres a responsabilidades estatales y administrativas. También, en la estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género.

“La atención del Gobierno para el próximo año se centrará en la reducción de las brechas de género y por color de la piel presentes en todos los ámbitos (político, económico, sociocultural, científico-tecnológico y ambiental). Se irán implementando las acciones de mayor repercusión en la niñez, los adolescentes y jóvenes y su sostenibilidad, para avanzar en la política aprobada”, adelantó Marrero Cruz.

Entre las prioridades para el 2024 está la implementación del sistema nacional para el cuidado integral de la vida, las casitas infantiles, y la ampliación de capacidades en casas de abuelos y hogares de ancianos.

En la atención a la ruralidad, se considerarán acciones para elevar la calidad de vida de la población rural y contribuir a detener la migración hacia las ciudades.