El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, arribó este miércoles en la noche a Acapulco, Guerrero, para examinar los daños causados por el huracán Otis, que dejó un saldo de al menos 27 fallecidos y cuatro desaparecidos.

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De acuerdo con medios locales, el mandatario tuvo que avanzar en un tramo a pie para poder arribar a la zona afectada debido a los corrimientos de tierra en las carreteras.

El jefe de Estado se reunió con la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, en el Puerto de Acapulco con personal de Sedena, la Marina, la Guardia Nacional, CFE y Protección Civil Nacional.

“Desde ayer estamos allá. Hay brigadas del Ejército, de la Marina, se está aplicando el Plan DN-III, el Plan Marina. (…) Vamos a dedicarnos todo el día de hoy a estar pendientes”, afirmó durante la víspera López Obrador.

Este jueves, el mandatario transmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas. “Eso es lo que más duele porque lo material se puede atender y lo vamos a hacer con mucha responsabilidad, un pésame a todos los familiares”, expresó.

A su vez, el titular informó que los cuatro desaparecidos son miembros de la Secretaría de Marina (Semar) mientras precisó que inicialmente la cifra de fallecidos era de 18, pero que durante la madrugada ascendió.

De igual forma, el presidente mexicano resaltó la magnitud de la destrucción al afirmar que no quedó un solo poste de tendido eléctrico en la zona donde impactó el huracán que entró como categoría 5.

Las autoridades locales apuntaron que el poderoso huracán afectó el 80 por ciento de los hoteles en la costera ciudad turística de Acapulco, entretanto, fuentes nacionales muestran imágenes de edificios destruidos, árboles derribados, inundaciones y aludes.