Representantes parlamentarios de los partidos políticos chilenos reanudan este viernes el diálogo para negociar un nuevo proceso constituyente, en una jornada donde se prevén intensos debates debido a la diversidad de posturas políticas presentes en esa instancia.

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Se concibió que la reunión tendrá como sede el Congreso Nacional en Santiago (capital), y será conducida por el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, y el líder del Senado, Álvaro Elizalde, quienes solicitaron a los participantes ir con propuestas concretas.

Tanto Soto como Elizalde han asegurado en reiteradas ocasiones que el proceso no será excluyente, debido a las peticiones de apartar al Ejecutivo de las conversaciones, por parte del partido derechista Vamos Chile.

En este sentido, la coalición opositora de Chile ha referido que solicitará instituir un comité de expertos que permita proyectar los elementos que deben estar incluidos en la futura Carta Magna del país suramericano. 

Sobre ese tema, el diputado comunista Boris Barrera ha declarado a medios locales que si eso se produjese, se deslegitimará el proyecto de nueva constitución.

 “Uno de los problemas de la Constitución de 1980 era el vicio de origen, primero porque fue hecha en dictadura y segundo, por un grupo pequeño de expertos. Eso no le da legitimidad y hacerlo de nuevo de la misma forma va a coartar lo democrático que pueda ser este proceso”, precisó.

En similar línea de pensamiento, la líder del Partido Socialista chileno, Paulina Vodanovic, considera que condicionar los puntos del diálogo antes del debate, no facilitará las negociaciones.

Interrogado recientemente en Nueva York sobre el tema, en el contexto de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el presidente chileno Gabriel Boric, subrayó que aunque el Gobierno acompañará el proceso, no intervendrá en las decisiones finales sobre el contenido de un posible acuerdo.