El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha implementado una serie de medidas desde el 21 de diciembre de 2018 y en lo que va de 2019, para evitar que siga en crecimiento el robo de combustible en la nación.

Entre las medidas establecidas, el mandatario ordenó el cierre de los ductos donde se sospecha que existe el robo de gasolina, autorizó el despliegue de 9.000 uniformados del Ejército y la Policía, así como de aeronaves en las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex).

También decretó que se interviniera el sistema de monitoreo de presión de los ductos de Pemex para investigar la posible conexión de los trabajadores de la petrolera con los robos y, de esta manera, dar con los responsables de estas acciones.

En principio estas medidas adoptadas causaron temor en parte de la población, ya que pensaban que esto desencadenaría en un desabastecimiento nacional, pero con el paso de los días, el suministro se ha ido normalizando y el robo de combustible ha caído rápidamente, explica AMLO.

Este miércoles en su conferencia matutina, el mandatario informó que el martes 15 de enero de 2019, el personal del Ejército, la Secretaría de Marina y la Policía Federal, impidieron un nuevo sabotaje en el ducto de Tuxpan -Azcapotzalco. 

El general de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), Arturo Velázquez, informó en declaraciones anteriores que de 80.000 barriles de gasolina que se robaban a diario en noviembre, en la actualidad, ahora son extraídos 2.500.

En este sentido, AMLO y señaló que se están tomando medidas diarias para lograr que la cifra de barriles de combustible robados sean cero y aseguró que los responsables de estos delitos pagarán las consecuencias de sus actos.

También agradeció y reconoció el apoyo y la respuesta de los ciudadanos. "Ha sido extraordinario (su receptividad), el apoyo que nos brindan es fundamental", celebró.

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