Los restos de los seis soldados que fallecieron ahogados en el río Ilave, Puno, Perú durante el fin de semana en una operación cuestionada por los pobladores locales fueron enterrados este miércoles.

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Los cuerpos de los soldados fueron velados en el Centro Cívico de la Municipalidad Provincial del Collao, Puno, donde el alcalde, Richard Ururi Cueva, ofreció un discurso en honor a los fallecidos, a quienes denominó “héroes de la pacificación”. Ururi Cueva exigió una exhaustiva investigación para hallar a los responsables. 

Los restos de los soldados, Franz Canaza y Carlos Quispe, fueron llevados hasta la provincia de Chucuito, Juli, en donde recibieron un homenaje póstumo, mientras que a Juli llegaron dos féretros de los soldados ahogados en Ilave.

En la propia localidad de Ilave, se realizó este miércoles el entierro de Percy Alex Castillo Pongo, uno de los seis militares muertos, según reportó la periodista Alejandra Elías.

Desde este lunes, los féretros fueron retirados uno a uno de la morgue y velados en las instalaciones del municipio de Puno.

El padre del soldado Franz Canaza y gobernador de la comunidad Ollas Samuel Canaza Espinoza, culpó de la muerte de su hijo a la presidenta designada, Dina Boluarte.

Asimismo, la madre de Carlos Quispe Montalico, Celia Montalico Tacora, responsabilizó de la muerte de su hijo a la mandataria y dijo que su hijo fue obligado por sus superiores a patrullar en madrugada.

El fin de semana, los seis soldados murieron cuando recibieron órdenes para cruzar el río a pesar de que no sabían nadar. Otros cinco efectivos fueron rescatados por comuneros de la zona pues entre ellos había varios puneños.