Con 349 votos a favor y 186 en contra, el Parlamento francés adoptó la noche de este martes una ley migratoria que recibió el respaldo de la ultraderecha, así como de los partidos afines al presidente Emmanuel Macron y es rechaza por amplios sectores de la sociedad.

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Según el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, "el texto migratorio ha sido votado definitivamente. Representa un largo combate para integrar mejor a los extranjeros y expulsar a aquellos que cometieron actos de delincuencia. Es un texto fuerte y firme".

La orientación final del documento inclinada a la derecha modifica los permisos de residencia y endurece la recepción de ayudas estatales.

En ese sentido, incluye una distinción entre extranjeros que no sean ciudadanos de la Unión Europea en función de si están o no "en situación de empleo".

Asimismo, establece permisos de residencia temporal bajo ciertas condiciones para trabajadores calificados en campos que atraviesan escasez de mano de obra y agiliza el proceso de asilo.

En tanto, para determinadas ayudas, será necesario, por ejemplo, haber residido cinco años en el territorio para los que no trabajan, mientras que para los que tienen empleo, se requerirá haber permanecido en el país al menos 32 meses.

Además, el texto establece que los extranjeros tengan derecho a determinados subsidios estatales solo después de haber vivido en Francia durante varios meses o incluso años.