El papa Francisco aceptó este sábado la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati, informó la Nunciatura Apostólica en Chile. Al frente de la arquidiócesis de Santiago (capital) estará el obispo Celestino Aós Braco, designado por el sumo pontífice. 

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Esta decisión se da en el marco del presunto encubrimiento de Ezzati en los casos de abusos sexuales de menores de edad por parte de miembros de la iglesia católica. En este sentido, la Fiscal regional de O´Higgins procedió a una investigación en su contra en el último trimestre de 2018.

La población chilena junto a las víctimas y laicos cuestionaron la indiferencia que tuvo el exlíder del clero en este país, al negarse a colaborar con la Justicia, omitiendo además fijar postura en torno a las acusaciones de violaciones que pesan sobre sacerdotes chilenos.

El vocero de los laicos de Santiago, Osvaldo Aravena, aprobó que el sumo pontífice haya aceptado la renuncia de Ezzati. Asimismo, Juan Carlos Cruz, uno de los denunciantes y víctima de abusos, se pronunció en Twitter: “Cualquier cosa mejor que Ezzati y su banda, ojalá responda ante la justicia chilena antes de escapar del país”, expresó.

Previo a que el papa aceptara este sábado la renuncia, Ezzati dijo durante una eucaristía que “hoy día, al terminar mi servicio, con la conciencia muy tranquila y muy serena les puedo decir que he sido fiel a esa promesa, más allá de las fragilidades de la lucidez y de la conciencia que tiene que ser muy iluminada para tomar las decisiones más oportunas”. Los jóvenes presentes en la ceremonia católica protestaron mientras hablaba.

Por su parte, el obispo Celestino Aós Braco, quien es ahora el flamante administrador apostólico, manifestó en un comunicado su sorpresa por el nombramiento.

Aós Braco dijo que “(...) cuando san Francisco de Asís mandaba a algún fraile, le decía: 'Hermano, pon tu confianza en el Señor que Él te sostendrá´. He tenido que repetirme y tendré que seguir repitiéndome este consejo, ante la sorpresa de mi llamado para esta misión. Pero no es la hora de las palabras y de las condenas; es la hora de la colaboración, de poner cada uno lo que somos y podemos, aunque sea poco y pequeño, como en mi caso”.

El Gobierno de Chile a través de la ministra Secretaria General, Cecilia Pérez, catalogó como una “señal positiva” la decisión del Vaticano, y en referencia a monseñor Aós Braco, le manifestó sus mejores deseos.