Soldados israelíes abrieron fuego contra cientos de civiles que esperaban el arribó de un convoy de ayuda humanitaria, dejando al menos un muerto y alrededor de 26 heridos en el suroeste de la ciudad de Gaza.

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Testigos del ataque israelí a civiles palestinos informaron que los soldados dispararon fuego de ametralladora contra las personas que esperaban la llegada de ayuda cerca de la rotonda de Al-Nablusi al suroeste de la capital de la Franja de Gaza.

Este sería el segundo ataque a civiles palestinos que esperaban la entrega de ayuda humanitaria, tras el perpetrado el jueves pasado que dejó al menos 117 muertos y cientos de heridos, provocando una serie de condenas internacionales contra Israel.

Ambos ataques ocurrieron cuando las autoridades israelíes siguen bloqueando la llegada de la ayuda humanitaria al territorio palestino, especialmente a la región norte, donde una hambruna atenta contra la población que se encuentra, sin alimentos, sin agua, sin electricidad, y nada de lo básico de la vida.

La ayuda humanitaria que llega a las zonas del sur de la Franja es inferior a las necesidades mínimas de la población, particularmente en la localidad de Rafah, donde más de 1.3 millones de palestinos se encuentran hacinados.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que la escasez de alimentos, el aumento de la desnutrición y las enfermedades podrían provocar una "explosión" de muertes infantiles en la Franja de Gaza.

De acuerdo a la Unicef, uno de cada seis niños menores de dos años en el territorio palestino padece de desnutrición aguda.

El saldo de la agresión israelí a la Franja de Gaza desde el 7 de octubre se eleva a 30.320 muertos, 71.533 heridos, además de miles de desaparecidos bajo los escombros, según las últimas cifras del Ministerio de Salud palestino.