La lista de países que critican las labores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se van sumando con el tiempo. Guatemala, México, Argentina, Chile, Ecuador y Venezuela han coincidido en varias oportunidades en que este organismo perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA) interfiere en los asuntos internos de los países.  

El pasado 10 de septiembre de 2013 el presidente Nicolás Maduro anunció la salida de su país de la CIDH, una acción que inició el comandante Hugo Chávez en 2012 como medida de protección a la soberanía nacional. 

Para ese entonces, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Elías Jaua, acusó a la CIDH de estar parcializada políticamente ya que "se ha manifestado sistemáticamente desde 1999 por proyectos de leyes de cooperación o de información y no por la violacion de los derechos humanos que hubo en El Caracazo (1989) y en las masacres de Cantaura (1982) y Yumare (1986)”.

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Otros países que integran la OEA han criticado el trabajo que ejecuta la CIDH.

En México, el Gobierno impidió que la CIDH se involucrara en las investigaciones que realizaban miembros de seguridad del Estado sobre el caso de 2014 de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

Para refutar a la CIDH, en ese momento se pronunció el embajador mexicano ante la OEA, Luis Alfonso de Alba Góngora. Aseguró que "hay que preguntarse por qué la CIDH ha venido recibiendo menos y menos fondos, porque algunos han dudado de la eficacia o eficiencia del sistema, y hay que tomar medidas correctivas. Tiene que haber mayor transparencia en el manejo de recursos financieros y un ejercicio de autocrítica".

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Más recientemente, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, solicitó a la CIDH respetar los resultados de la Consulta Popular y la decisión del pueblo ecuatoriano tras la votación del pasado 4 de febrero, ya que el organismo cuestionó la pregunta número tres.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos acogió los argumentos de defensa del Estado Ecuatoriano y desecha la solicitud de medidas provisionales solicitadas por la CIDH. Triunfa el derecho y la voluntad del pueblo ecuatoriano. ¡Viva la democracia!

— Lenín Moreno (@Lenin) 8 de febrero de 2018

 Moreno calificó esta acción por parte de la CIDH como una "insolente intromisión".