Un grupo de obispos que intervinieron en las primeras sesiones de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, llevada a cabo en el Vaticano, pidieron perdón por los abusos sexuales y la traición que se le ha hecho a los jóvenes.

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Así lo indicó el prefecto de la Secretaría de la Comunicación del Vaticano, Paolo Ruffini, quien destacó que los abusos, la relación entre la Iglesia y la juventud y la no acogida a los inmigrantes fueron parte de los temas que, al menos 25 obispos, tomaron en el Sínodo. Tras sus debates, prevén la entregan de un documento el próximo 27 de diciembre.

El obispo argentino de Quilmes, Carlos José Tissera, informó que "muchos obispos pidieron perdón en nombre de la Iglesia por los errores cometidos y exhortó a que el Sínodo encuentre consejos prácticos y directrices para la juventud".

"Los jóvenes son una bendición, no una amenaza. La Iglesia necesita escucharlos y ayudarlos a encontrar el Evangelio. Hemos de escuchar también sus silencios porque a veces son dolorosos, pues no saben qué hacer con su vida y su destino es o la cárcel o la droga, como pasa en mi país o en muchos otros países del mundo", dijo Tissera.

Durante la inauguración del Sínodo, llevada a cabo este miércoles, el Papa Francisco expresó que "los jóvenes están tentados de considerar a los adultos anticuados; los adultos están tentados de sentir que los jóvenes no tienen experiencia de saber cómo son y, sobre todo, de cómo deben ser y comportarse. Esto puede ser un obstáculo importante para el diálogo y los encuentros intergeneracionales".

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Por lo que, el sumo Pontífice aseguró que "el clericalismo es la raíz de muchos males en la Iglesia sobre los que se debe pedir humildemente perdón, además de crear condiciones para que no se repitan".

La iglesia católica se ha visto envuelta por varios casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la religión contra menores de edad. Solo en Chile, hasta el mes de julio, se investigaba a 158 personas de la iglesia por abuso sexual.