El vicesecretario General del organismo para Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Martin Griffiths, anunció este miércoles que desde el organismo se liberaron 45 millones de dólares de ayuda de emergencia para apoyar el sistema sanitario de Afganistán.

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"Los medicamentos, los materiales médicos y la gasolina están agotándose en Afganistán. La cadena de frío está en riesgo. Los trabajadores sanitarios, indispensables, no están siendo pagados”, indicó Griffiths.

El dinero desbloqueado será enviado a diversas a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, siglas en inglés), así como a Organizaciones No Gubernamentales (ONG), los cuales se emplearán en el funcionamiento de centros de atención médica.

El representante de la ONU valoró que “el sistema de salud afgano está al borde del colapso y a menos que se tomen medidas urgentes el país está a punto de vivir una catástrofe humanitaria”. Igualmente, refirió la autoridad institucional que si se concreta la posibilidad que el sistema sanitario afgano colapse tendría unas “consecuencias desastrosas”.

El contexto afgano no sólo está mediado por la crisis sanitaria por la Covid-19, sino además la situación económica, una fuerte sequía y la situación política en contraste con la situación humanitaria de desplazados causada por 20 años de intervención militar estadounidense.

Durante su visita a Kabul el pasado martes, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó que nueve de los 37 hospitales donde se trataban los casos del Sar Cov-2 cerraron.

"El colapso de los servicios de salud tiene un efecto multiplicador en la disponibilidad de atención sanitaria básica, así como en la respuesta de emergencia, la erradicación de la poliomielitis y los esfuerzos de vacunación contra la Covid-19”, aseveró Adhanom Ghebreyesus.