El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó por medio de un comunicado este martes que al menos 15 niños fallecieron en Siria por las bajas temperaturas y falta de asistencia médica en los campos de desplazados en las zonas del sureste controladas por Estados Unidos.

El organismo detalló que de los 15 niños que murieron, ocho se encontraban en el campo de desplazados de Rukban, ubicado en la frontera de Siria con Jordania, los otros siete fallecieron tras huir a la localidad de Hayin, situado en el este de Siria.

Unicef puntualizó que 13 de los niños que murieron tenían menos de cuatro meses de edad y el menor de ellos solo contaba con un ahora de vida.

El director regional de la Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, Geert Cappelaere, informó que el campamento de Rukban (integrado por desplazados sirios) alberga al menos a 45.000 personas y entre ellas el 80 por ciento son mujeres y niños, estos desplazados no cuentan con las mínimas condiciones para sobrevivir de una manera adecuada.

"El frío extremo y la falta de atención médica para las madres antes y durante el parto, y para los recién nacidos, han exacerbado las condiciones ya de por sí terribles para los niños y sus familias", aseveró Cappelaere.

Dijo también que las familias que están en el campamento se ven sometidos a graves dificultades para salir de la zona de conflicto, y se encuentran obligados a esperar "en el frío durante días sin refugio o suministros básicos".

“Se siguen perdiendo las vidas de niños por problemas de salud prevenibles y curables. No hay excusas para esto en pleno siglo XXI. Estas trágicas pérdidas de vidas deben acabar ya", remarcó Cappelaere.

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