Más de 2.000 migrantes murieron en el Mediterráneo en lo que va de año
Según la OIM, la cifra es mayor que la registrada en 2022, donde se contabilizaron 2.411 muertos, siendo el 2023 el año más mortífero desde el 2018.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó este viernes que en el transcurso del año, al menos 2.480 migrantes murieron o han desaparecido en aguas del mar Mediterráneo.
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Según el informe de la OIM, la cifra es mayor que la registrada en todo el año 2022, donde se contabilizaron 2.411 muertos, por lo que el 2023 se considera el año más mortífero desde el 2018. Mientras, 2016 fue el de mayor registros de desaparecidos, con 5.136 víctimas.
La OIM reportó que desde 2014, cuando comenzaron a tomarse los registros, unas 28.229 personas han muerto o desaparecido en la ruta del Mediterraneo. De ellas, 22.436 han perdido la vida en la ruta central, que abarca desde las costas de Libia y otros países del Magreb hacia Italia y Malta; mientras, 3.464 han perecido en la ruta occidental con destino, sobre todo, a España.
Au moins 11 vies ont été perdues en Méditerranée centrale ces dernières 72 heures, et des rapports de naufrages et de personnes disparues continuent de se multiplier.
— SOS MEDITERRANEE France (@SOSMedFrance) November 23, 2023
Plus de 2000 personnes ont disparu en Méditerranée centrale en 2023, l'année la plus meurtrière depuis 2017. https://t.co/7ktF63ee8t
Asimismo, unas 2.329 personas han muerto en la ruta oriental que finaliza en las costas del Egeo, en Grecia, siendo la de menos víctimas desde el 2014.
El documento confirmó que la del Mediterráneo central (2.188 muertos o desaparecidos en lo que va de 2023) es la ruta más peligrosa; y en menor medida la occidental con 212 muertos, seguida de la ruta oriental, con 82 fallecidos.
De igual manera, en la ruta central, en aguas del mar Jónico entre Italia y Grecia, en el mes de junio ocurrió un naufragio de gran envergadura a 80 kilómetros de las costas griegas, en el que murieron al menos 82 migrantes paquistaníes, sirios y de otros países de Asia Central y Medio Oriente, aunque en realidad se estima que fueron 500 por el número de desaparecidos.
La OMI manifestó que presuntamente alrededor de un por ciento de las personas han pretendido atravesar el Mediterráneo hacia Europa, al menos 266.000 en lo que va de año, de las que 87.000 fueron interceptadas por las autoridades en el mar.
De igual forma, en América del Sur y Central se localizan las rutas más peligrosas para la migración terrestre. Desde 2014, los muertos y desaparecidos se elevan a 8.543, en rutas como el paso de la frontera entre Estados Unidos y México, el Caribe o el Tapón del Darién, ubicado entre Panamá y Colombia.