El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) de México informó el viernes a través de un comunicado que la Fiscalía General de la República reabrió el caso de asesinato del excandidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio, ocurrido en marzo de 1994.

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Agrega la nota que se creó un equipo especial compuesto por fiscales y agentes de la Policía Federal Ministerial para investigar los sucesos y retomar los procesos penales contra los imputados en el caso del magnicidio.

Por su parte, la Fiscalía ordenó una “investigación exhaustiva de los hechos” acaecidos hace 28 años durante un mitin político en Lomas Taurinas, Tijuana, estado mexicano de Baja California.

Anteriormente el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) habían hecho sendas referencias a la urgencia de revisar la situación de Mario Aburto, supuesto asesino confeso y único sentenciado en el proceso judicial.

La CNDH y los familiares de Aburto denunciaron en varias ocasiones que el detenido había sido víctima de tortura y de otras irregularidades procesales, incluyendo “múltiples omisiones, ocultamientos y acciones generadas en el pasado”.

Si él “puede expresar, probar que fue torturado, que está amenazado y que por eso ha guardado silencio, si es que existe otra versión, el Estado mexicano lo protegería”, afirmó López Obrador hace unos meses en locución pública.

Según el CJF, la revisión fue asignada al fiscal Abel Galván Gallardo, especialista en la investigación de delitos de desaparición forzada.

El asesinato de Colosio cuenta como el magnicidio más grave sucedido en México, después de la muerte del presidente Álvaro Obregón en 1928.