Los cadáveres de seis personas, cuatro hombres y dos mujeres, fueron hallados en la madrugada del martes por la policía en el estado de Nuevo León, al norte de México, con evidentes signos de haber sido ejecutados con un disparo en la cabeza, informaron las autoridades estatales.

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Según reportes de las fuerzas de seguridad, el hallazgo se realizó en el municipio de Apodaca, en las afueras de Monterrey, capital del estado, donde en los últimos meses se ha descrito un aumento desmesurado de la violencia vinculada con las bandas de narcotraficantes.

Tras una gran movilización policial, los cuerpos fueron hallados al costado de un arroyo y mostraban signos de haber sido retenidos y torturados a juzgar por las ataduras de manos y pies que también se encontraban descalzos. Según informes forenses preliminares, los ejecutores los llevaron allí para asesinarlos.

Aún no se han dado detalles de la recién comenzada investigación pericial ni de la identidad de las víctimas que al parecer contaban con edades comprendidas entre los 30 y 35 años. Tampoco de los móviles de los hechos, a pesar de que cada uno de los cuerpos exhiben un disparo en la nuca.