El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México informó el sábado sobre la formación de una depresión tropical al sur del estado de Chiapas, que por su dinámica y evolución de los vientos puede constituir un peligro para la situación hidrometeorológica de la región.

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Por medio de un comunicado, la institución declara que "Se ha formado la depresión tropical Diecinueve-E al sur de las costas de Chiapas, sus desprendimientos nubosos originarán lluvias puntuales intensas en dicha entidad. A su vez, se prevén vientos con rachas fuertes y oleaje elevado en costas de Oaxaca, Chiapas y el Golfo de Tehuantepec."

Según reportes del ente climático, a las 15H00 (21:00 GMT) del sábado 28 de octubre el meteoro se ubicaba a 570 km al sur de Boca de Pijijiapan, estado mexicano de Chiapas con vientos sostenidos de 55 kilómetros por hora (km/h) y rachas de 75 km/h, permaneciendo prácticamente estacionario.

En el pronóstico se recalca la posibilidad de la ocurrencia de fuertes rachas de viento que pueden ir desde los 40 hasta los 60 kilómetros por hora, responsables de oleaje y marejadas con olas de 1 a 2 metros de altura, específicamente en las costa de Oaxaca, Chiapas y en el Golfo de Tehuantepec.  

Frente a esta situación, el SMN convocó a la población a que extreme las medidas de seguridad y las precauciones en zonas de los estados mencionados en atención a las lluvias, viento y oleaje, sobre todo por interesar a la navegación marítima, así como a mantenerse informados y cumplir con las recomendaciones emitidas por las autoridades de Protección Civil.

Este sistema climatológico, bautizado por algunas fuentes como Pilar, llega a escasos días del impacto en el estado de Guerrero y su puerto estrella, Acapulco, del devastador huracán Otis, un categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, que dejó a su paso 39 muertos, 10 desaparecidos, decenas de heridos y considerables daños económicos.

La actual temporada ciclónica asistió a la formación de 15 huracanes en la zona del Pacífico, desde Adrián y Beatriz hasta Norma y Otis, los más destructivos. Antes de los dos últimos, Hilary dejó cuatro muertos Baja California, Baja California Sur y Sinaloa y Lidia y Max provocaron la muerte de cinco personas en Nayarit, Jalisco y Guerrero.