Los médicos bolivianos se manifestaron esta semana en las ciudades bolivianas de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, justo donde la pandemia de la Covid-19 inició una escalada en los últimos días.

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Estas son las regiones más pobladas del país y las más castigadas por la pandemia que ya registra en el país casi 45.000 contagios y poco más de 1.600 fallecidos, en una población de 11 millones de habitantes. 

En La Paz llegaron a ser miles los médicos y personal sanitario de al menos cinco hospitales estatales los que se declararon en rebeldía en contra de una instrucción para atender pacientes con la Covid-19, debido a que no cuentan con el equipo de bioseguridad necesario, ni los recintos hospitalarios cuentan con los recursos, medicamentos e insumos médicos requeridos para ello.

Médicos del Hospital Obrero, uno de los principales centros públicos de La Paz, cortaron durante parte del día el tránsito de vehículos con el propósito de denunciar que el centro asistencial está al límite en atenciones a pacientes con coronavirus.

El hospital, refieren los manifestantes, "está colapsado, [en] toda el área para atención de pacientes con coronavirus. Tenemos 80 personas, a pesar de que este no es un centro Covid", apuntó su director, Raúl Villanueva.

Por su parte en Cochabamba, el director del servicio regional de Salud, Yecín Mamani, advirtió que él podría declararse en huelga de hambre en vez del personal paramédico, que ha amenazado con esta medida de presión para conseguir recursos, pues está saturado de trabajo.

La mayoría de los hospitales que atienden a pacientes de la Covid-19 en el país trabajan en condiciones precarias y están al borde del colapso por falta de personal, camas e insumos médicos en un contexto en el cual no dejan de crecer los contagios y las muertes.