Las fuertes precipitaciones e inundaciones que azotaron la región de Tahoua, en el centro sur del Níger, han dejado ocho personas ahogadas o muertas por el derrumbe de sus casas, así como unas 1.794 personas damnificadas.

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El departamento técnico regional, encargado de la gestión de catástrofes por medio de la radio estatal, precisó que un total de 55 pueblos y barrios en siete provincias y catorce municipios de Tahoua sufrieron graves daños del 8 al 12 de agosto últimos.

La entidad explicó, además, que dos de las víctimas murieron debido al derrumbe de sus casas y las seis restantes perecieron ahogadas.

Nombrado recientemente por la junta militar en el poder debido al golpe de Estado del 26 de julio pasado, el gobernador de la región, Oumarou Taweye, se desplazó a la zona acompañado por las autoridades locales para visitar algunos barrios siniestrados.

En declaraciones difundidas por la radio estatal, Taweye aseveró que instruyó a los alcaldes y responsables de la Protección Civil, así como a los encargados de la gestión de catástrofes y de acción humanitaria para que se logre "una solución rápida para los afectados".

"Estamos en agosto, el mes en el que se registran lluvias intensas (...). Si hay más precipitaciones con la misma intensidad no sabemos cuántos daños más podría haber", alertó el gobernador, quien ordenó también la ubicación temporal de los afectados en las escuelas de la zona.