El Gobierno libanés reconoció este miércoles que desde el pasado 20 de julio se tenía conocimiento acerca de la presencia de una "gran cantidad" de nitrato de amonio sin supervisión en el puerto de Beirut (capital).

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A través de un comunicado oficial difundido mediante la red social Twitter, la Presidencia de la República asegura que "tan pronto como el presidente Aoun conoció del informe de Seguridad del Estado" donde se revelaba "que había una gran cantidad de nitrato de amonio en uno de los pabellones del puerto de Beirut, el asesor militar de su excelencia informó al Secretario General del Consejo Supremo de Defensa en la Presidencia del Consejo de Ministros".

Por su parte, "el Secretario General del Consejo Supremo de Defensa había notificado a su vez el texto del informe de Seguridad del Estado", según consigna en la declaración gubernamental.

"La Presidencia de la República tiene el interés de que la investigación judicial y judicial se desarrolle en toda su extensión de acuerdo con los textos aplicables, utilizando todas las experiencias que estime necesarias para esclarecer la verdad completa sobre la explosión, sus circunstancias y los responsables de la misma en todos los niveles", concluye el texto.

Diversos sectores políticos y los ciudadanos exigen que se esclarezca lo ocurrido con la explosión donde fallecieron 220 personas, otras 7000 resultaron heridas y se cuantifican importantes daños materiales.

De igual forma, los ciudadanos exigen al Gobierno libanés que se proyecten soluciones para la crisis económica y social que encara ese país, así como para la emergencia sanitaria causada por la Covid-19.
 

Este miércoles, el rey español Felipe VI sostuvo una conversación telefónica con el Presidente libanés, durante la cual Aoun le manifestó que, de acuerdo con estimaciones iniciales, la explosión produjo daños por valor de 15.000 millones de dólares.