El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, visitó la víspera un cementerio militar para rendir tributo a los soldados caídos durante la Guerra de Corea, en vísperas del aniversario 70 del fin de ese conflicto.

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Medios estatales informaron que la visita fue al Cementerio de los Mártires de la Guerra de Liberación de la Patria, como se conoce a la contienda en Corea del Norte, el cual está situado a las afueras de Pionyang (capital).

Acompañado por el ministro de Defensa norcoreano, Kang Sun-nam, y otros militares, Kim afirmó que el "milagro del 27 de julio" es una "gran victoria de importancia en la historia de la humanidad; ya que infligió una desgracia y una derrota eternamente indelebles al imperialismo estadounidense, el jefe de la agresión, y previno una nueva guerra mundial".

El líder norcoreano también visitó un cementerio dedicado a las víctimas chinas de la contienda, el cual se encuentra ubicado en el condado de Hoechang, en la provincia de Phyongan del Sur.

En el monumento, fue colocado una corona en su nombre, en cuyo listón se puede leer: "Los mártires de los Voluntarios del Pueblo Chino serán inmortales". Kim rindió un homenaje silencioso conmemorativo a los mártires y luego colocó una flor ante la tumba de Mao Anying, el hijo mayor de Mao Zedong que resultó abatido durante un ataque aéreo en la Guerra de Corea.

Durante la ceremonia, Kim aseguró que los mártires chinos son recordados por la historia como fundación y modelo de la amistad entre China y Corea del Norte, y que sus nobles vidas serán inmortales en los corazones del pueblo norcoreano.

La Guerra de Corea concluyó el 27 de julio de 1953 con la firma de un alto el fuego. Corea del Norte celebra el aniversario con una jornada festiva nacional llamada "Día de la Victoria".