Muertos tras sacrificio de secta cristiana keniana llegan a 110
Los obispos de Mombasa, Kwale, Kilifi y Taita Taveta también pidieron el establecimiento de tribunales cristianos donde se pueda procesar a los líderes de la iglesia.
El número de muertos en la masacre de una secta católica de Shakahola Farm, Kenia aumentó a 110 el jueves después de que los detectives recuperaran 12 cuerpos más del complejo de Paul Makenzi en el condado de Kilifi.
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Esto eleva el número de cuerpos desenterrados del complejo del pastor a 20, al tiempo que trascendió que todos son niños.
"Tememos que la mayoría de los cuerpos enterrados en la casa sean niños", dijo un investigador forense que pidió el anonimato porque no está autorizado a hablar con la prensa.
El jueves, la esposa del vicepresidente keniata Rigathi Gachagua Dorcas, describió a Makenzi como un criminal. Dorcas dijo que los criminales y terroristas deben ser tratados de acuerdo con la Constitución.
En ese sentido, apuntó que “Si Paul Makenzi es un criminal, debe ser tratado como individuo. Incluso su familia no debería ser parte de su crimen. Paul Makenzi no es la iglesia. De hecho, ha dicho que no es pastor, pero es el señor Paul”, dijo.
Por otra parte, advirtió contra la condena general de la iglesia y otras organizaciones religiosas, y dijo que los líderes deshonestos deberían asumir la responsabilidad de sus acciones.
Los obispos de Mombasa, Kwale, Kilifi y Taita Taveta también pidieron el establecimiento de tribunales cristianos donde se pueda procesar a los líderes deshonestos de la iglesia y detener sus enseñanzas radicales.
Entretanto, el obispo presidente de Praise Chapel, Tee Nalo, se defendió sobre las acusaciones y dijo que las muertes de Shakahola ocurrieron porque las agencias de seguridad no actuaron a tiempo.
“Lo que pasó en Shakahola es un caso aislado. Makenzi operaba de forma aislada y su iglesia no estaba bajo un organismo paraguas. No estaba en comunión con otras iglesias”, dijo.
El obispo Nalo dijo que el Gobierno debería haber actuado cuando Makenzi predicó en contra de que los niños fueran a la escuela y pidió a sus seguidores que quemaran sus certificados escolares.