A partir de este viernes entra en vigencia el uso obligatorio de un pase sanitario en Italia, denominado Pase Verde, que contiene los datos personales de cada ciudadano, para ingresar a espacios públicos, aforos recreativos y usar transporte de larga distancia.  

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La medida promovida por el primer ministro Mario Draghi, quien indicó que este pase aplica para entrar a gimnasios, cines, teatros, museos y piscinas; así como en grandes eventos, aún si estos se desarrollan al aire libre.

El documento será igualmente requerido en los servicios de transporte de larga distancia, y en el sistema educacional a partir de septiembre, cuando estudiantes y profesores retornarán a sus actividades docentes en escuelas y universidades solo si portan el pase consigo.

En tal sentido, el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, expresó que “nos comprometemos a hacer todo lo posible para que las escuelas vuelvan a abrirse con total seguridad en septiembre y de modo presencial”.

La validez del certificado aplicará también para aquellas personas con solo una pauta del esquema de vacunación, quienes posean un resultado de prueba diagnóstico contra el coronavirus de resultado negativo en las últimas 48 horas, y para los recuperados de la enfermedad en los últimos seis meses.

Al respecto, el pasado 22 de julio, Draghi expresó en rueda de prensa que “no es una medida arbitraria, sino una condición para no cerrar las actividades”, al tiempo que prorrogó el Estado de emergencia decretado en el país hasta el venidero 31 de diciembre.

Como parte de las medidas puestas en vigor en esta jornada, el Ejecutivo permitió la posibilidad de emplear el pase verde tanto en formato impreso como digital, y advirtió que se prevén multas para quienes infrinjan lo establecido, las cuales oscilarán entre 400 y mil euros.