El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó este domingo que seguirá adelante en su reforma pese a  las protestas que se extiende desde hace casi seis meses.

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En este sentido, Netanyahu se comprometió a seguir adelante con el proyecto "de manera mesurada y responsable", sin dar elementos en una reunión realizada en su gabinete en Jerusalén. "Nos reuniremos esta semana y daremos inicio a las medidas prácticas", añadió.

Por vigésima cuarta semana consecutiva, más de 250.000 manifestantes antigubernamentales salieron a las calles esta noche, según los organizadores de la protesta. Se estima que 120.000 en Tel Aviv, 180.000 en otras localidades. 6.753.000 israelíes han protestado públicamente desde que Netanyahu regresó al poder.

Las protestas  son ante la inconformidad  del  otorgamiento  de más prerrogativas la Corte Suprema y  el aumento del poder a los políticos en el nombramiento de los jueces y como consecuencia un modelo de país autoritario.

 Por su parte  el poder ejecutivo plantea que  la intensión es alcanzar un equilibrio  entre  el Parlamento y la Corte Suprema,  institución  caracterizada en la  actual coalición gubernamental, como la más derechista de la historia de Israel.

Previamente el mandatario israelí anunció un alto en las discusiones para dar una oportunidad al diálogo que no fue admitida por dos representantes de la oposición, Yair Lapid y Benny Gantz,  que abandonaron el miércoles las discusiones.

Ante la paralización de las negociaciones se ha generado un estado donde se responsabilizan  de la ruptura de las mismas.