La policía israelí arrestó a casi 1.700 palestinos y expulsó a otros 365 en lo que va de año en Jerusalén Este, zona ocupada desde 1967, según un comunicado emitido por el Centro de Información de Wadi Hilweh en su sitio oficial.

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La cifra alcanzada incluye a cinco niños menores de 12 años de edad, 85 mujeres, de ellas 15 menores de edad y 394 adolescentes, registros sin precedentes y acrecentados durante los meses de mayo y junio, a raíz de los enfrentamientos de Al-Aqsa, la Puerta de Damasco, y Sheikh Jarrah, ahondó el documento.

Agrega el comunicado que como parte de los intentos de colonización del área, los israelíes demolieron 79 propiedades palestinas, varias enclavadas en el barrio de Silwan, epicentro reciente de las manifestaciones contra las políticas sionistas.

Se conoció además que durante ese periodo de tiempo, las tropas israelíes emitieron 257 órdenes de prohibición a los palestinos para acceder a la mezquita Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para los musulmanes, y violentada en siete ocasiones por fuerzas sionistas. 

Las deportaciones también se intensificaron por parte de las autoridades de ocupación en ese periodo. De las 365 monitoreadas por Wadi Hilweh, 257 correspondieron a Al-Aqsa, 18 a Jerusalén, y 68 a la Ciudad Vieja de Jerusalén; incluidas órdenes contra 40 mujeres, incluidas menores y 37 niños.

La institución puntualiza que se sumaron otros cuatro impedimentos para que los habitantes de Jerusalén ingresen a Cisjordania. Así mismo se suprimieron los derechos de seguro nacional de salud para 19 palestinos y sus familias, incluidos tres en prisión. Además, se trasladaron a 17 palestinos de Jerusalén a detención administrativa, como parte de una escalada en el número de decisiones de detención administrativa.

Rechazo internacional

Ante estas constantes y sucesivas violaciones de los Derechos Humanos desde que Israel ocupó el área este de Jerusalén en 1967, el reclamo palestino a los Gobiernos de Tel Aviv ha trascendido las fronteras del país.

En Reino Unido, cientos de miembros del movimiento Campaña de Solidaridad con Palestina (PSC) por sus siglas en inglés, salieron a las calles de Londres para exigir paz, libertad y el cese de las violaciones de los Derechos Humanos para con el pueblo palestino.

Estudiantes universitarios protagonizaron las manifestaciones, exigiendo a instituciones y empresas británicas finalizar con la complicidad que poseen con Israel en el marco del 16 aniversario de la creación del movimiento global de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).