Irán advirtió el lunes a Estados Unidos, Reino Unido e Israel que daría una respuesta firme a cualquier movimiento que ponga en riesgo la seguridad de su nación, tras haber sido culpado del ataque sufrido por un petrolero la semana pasada en el mar Arábigo frente a las costas de Omán.

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El incidente afectó a un barco Mercer Street, propiedad de una empresa israelí del multimillonario Eyal Oferen, el cual murieron dos personas, una de ellas de nacionalidad rumana y la otra británica.

Irán ha señalado que las amenazas de los funcionarios occidentales y los de Israel son propaganda repetida, por lo que han fijado posición clara ante cualquier movimiento que atente contra los intereses y la seguridad nacional, asegurando que estos países se enfrentarán a una respuesta dura y firme de continuar con las provocaciones.

El vocero de la cancillería, Saeed Khatibzadeh, precisó que Washington y Londres serán directamente responsables de sus consecuencias, si la situación continúa.

Khatibzadeh también lamentó las acusaciones infundadas hechas por el secretario de Relaciones Exteriores británico contra Irán, posteriormente repetidas por el secretario de Estado de EE.UU. 

El incidente ha tenido lugar justo en el momento en el cual se adelantan conversaciones en Viena, Austria, sobre la reactivación del acuerdo nuclear.