La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó el miércoles el hallazgo en el desierto de Chad de los cuerpos sin vida de 27 migrantes, de ellos cuatro niños.

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Por medio de un comunicado, el ente internacional, indicó que “al parecer, los migrantes salieron de Moussoro hace 17 meses en una camioneta. Se cree que la camioneta se perdió en el desierto, se averió por problemas mecánicos y los migrantes murieron de sed”.  

"Nos entristece profundamente esta última tragedia y hacemos llegar nuestro más sentido pésame a las familias de los migrantes", declaró Anne Kathrin Schaefer, jefa de Misión de la OIM en Chad.

Más adelante, la funcionaria hizo un llamado a la comunidad internacional, ante la necesidad de una acción colectiva para evitar más muertes.

"Esta tragedia ocurrida en los albores del Día Internacional del Migrante debería ser una llamada de atención para que todos actuemos con más decisión para prevenir las muertes de migrantes a lo largo de las peligrosas rutas de migración irregular", prosiguió Schaefer.

La funcionaria informó que el pasado mes de junio se encontraron 20 cadáveres de chadianos y libios en el desierto libio, en Koufra, localidad situada junto a la frontera entre los dos países norafricanos.

"Sin acceso a información fiable y a vías de migración seguras, los migrantes seguirán tomando caminos arriesgados a través del profundo y peligroso desierto, con trágicas consecuencias", afirmó.  

El Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM ha documentado la muerte y desaparición de más de 5.600 migrantes en el desierto del Sahara desde 2014, con 149 muertes en lo que va de 2022. En ese período, 110 personas han muerto solo en territorio chadiano.

La OIM considera que es muy probable que las cifras de fallecidos sean más altas, pues muchas muertes de migrantes no son registradas, preocupando y desorientando a las familias sin noticias sobre el paradero de sus seres queridos.