Todas las actividades amanecieron paralizadas en Puerto Príncipe, la capital haitiana, este martes luego de un final tenso en el día de protesta contra el próximo ajuste del precio del combustible anunciado por el primer ministro Ariel Henry.

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Los manifestantes levantaron barricadas en varias de las principales avenidas, lo cual complica la situación para los automóviles, incluso para los peatones. Las puertas de los comercios están cerradas y la administración pública no funciona.

Entretanto, para este tercer día de movilización, miles de manifestantes marcharon en las calles de la ciudad de Jérémie, para protestar contra la inseguridad, el alza de los precios de los alimentos, la escasez y el aumento de los precios del combustible y exigir una vez más la renuncia del premier. 

Para los manifestantes, ningún diálogo es posible con Ariel Henry en el poder, ello luego que en su discurso a la nación del lunes, el primer ministro prometiera adoptar ciertas medidas, entre ellas la revisión al alza del precio de la gasolina, que debería, según él, facilitar la disponibilidad de productos en los camiones cisterna bomba.

Los manifestantes, que recorrieron varias arterias de la ciudad armados con carteles y ramas de árboles, se han dado cita para mañana, para una jornada más de protestas.

Durante este tercer día, los manifestantes almacenaron contenedores en medio de las vías, paralizando así la circulación de vehículos en varias comunas. Asimismo, temprano en la mañana, detonaciones de armas pesadas sonaron por toda la ciudad. 

Entretanto, una fuerte tensión reina desde este lunes por la tarde en casi toda la ciudad de Delmas.

Haití vive en medio de una ola de violencia e inseguridad, agudizada hace un año cuando fue asesinado el entonces presidente Jovenel Moïse.