Las Fuerzas de Seguridad de Gibraltar, territorio del Reino Unido, detuvieron este jueves, al buque superpetrolero iraní Grace-1, bajo la sospecha de transportar petróleo a Siria.

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El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo dijo que el barco ya había recibido un aviso previo de las autoridades, para hacer cumplir con las sanciones contra ese buque y su carga.

De acuerdo con los datos cartográficos, el buque zarpó de Irán. Si se comprueba que la nación iraní transportaba crudo a Siria implicaría una violación a las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) a Siria y de Estados Unidos (EE.UU.) a Irán sobre las exportaciones.

Esta situación generó tensión entre los Gobiernos de España y el Reino Unido, ya que la detención se realizó por autoridades del Gobierno británico en aguas internacionales, que pertenecen a España, según el canciller Josep Borrell.

También aseguró que la detención del buque fue por petición del Gobierno de EE.UU. Finalmente, el canciller agregó que el Gobierno español se encuentra evaluando la afectación de la detención sobre la soberanía del país.

Por su parte, el Gobierno de Irán hizo una convocatoria al embajador británico, Rob Macaire, que se encuentra en la ciudad de Teherán, para tratar el tema de la detención del superpetrolero.

Si se trata de una embarcación de crudo a Siria, sería cerca de 300.000 toneladas que no llegaran al pueblo sirio, incrementando la crisis de combustible y afectando directamente en diferentes sectores del país.

Las sanciones de la UE a Siria fueron impuestas el pasado año 2011 y este 2019 las prorrogaron durante un año más, lo que significa que culminaría el próximo 1 de junio de 2020.