Policía francesa reprime manifestación de chalecos amarillos
Los participantes coreaban sus lemas habituales, entre los que destacan las peticiones de dimisión al presidente francés, Emmanuel Macron, y a su Gobierno.
Una nueva movilización de chalecos amarillos fue reprimida por la policía francesa en París y al menos 32 personas fueron arrestadas cuando el movimientos cumple 62 semanas interrumpidas de salir a las calles en demanda de mejoras sociales y en contra de las políticas del presidente Emmnauel Macron.
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A las 15H:45 horas locales, 32 personas habían sido arrestadas, señaló la prefectura de la policía. Además de estas detenciones, la manifestaciones se llevaron en calma, reportan medios locales.
La marcha de los chalecos amarillos se produjo horas después de un incidente en un teatro de París donde se encontraba el mandatario francés y su esposa, que tuvieron que salir escoltados cuando decenas de personas intentaron ingresar al recinto.
Charge ultra violente suivie d’une interpellation par la BAC sur la place du Capitole. #GiletsJaunes #Toulouse #Acte62 #YellowVests #Greve18janvier pic.twitter.com/SmwrcuDhzF
— Gilets Jaunes Toulouse ��♀️�� (@GiletsToulouse) January 18, 2020
Macron, y su esposa, Brigitte, tuvieon que ser escoltado a la salida de una obra del teatro parisino Bouffes después de que varios manifestantes le increparan e intentaran acceder al recinto.
Según los vídeos publicados en redes sociales, decenas de personas se concentraron frente a la puerta del teatro para protestar contra la reforma de las pensiones.
En otro orden de cosas, el restaurante La Rotonde de París, frecuentado por el presidente francés fue objeto de un incendio provocado en la madrugada de este sábado que le obligará a permanecer cerrado varias semanas.
Coups de matraque à l’éthique...
— Marcel Aiphan (@AiphanMarcel) January 18, 2020
Encore des images qui montrent des policiers au comportement très éloigné de la mission de service public pour laquelle on les paye.
La nausée.#GiletsJaunes #Acte62 #Paris #Greve18janvier #DonneTonRIO #ViolencesPolicières pic.twitter.com/Aksw69TtJd
El nombre de La Rotonde ha quedado vinculado a Macron sobre todo desde que el actual jefe de Estado fue allí con su equipo a celebrar su victoria en la primera vuelta de las presidenciales el 23 de abril de 2017.
Antes de eso, era uno habituales con su esposa, Brigitte, y acudía allí de forma regular para cenas, almuerzos y otras comidas de trabajo o para entrevistas con los medios.
Estas protestas forman parte de un conjunto de acciones que están mostrando que el clima de tensión crece entre los huelguistas, que demanda la retirada de un proyecto para reformar el sistema de pensiones desde hace seis semanas, a lo que se suman los chalecos amarillos en protesta desde el 17 de noviembre de 2018.
Marlene Schiappa, secretaria de Estado para la igualdad del Gobierno, expresó que el incendio "probablemente" fue resultado de un acto criminal. Describió un clima en Francia "de odio y violencia que es bastante increíble", citando el incendio del restaurante entre una lista de ejemplos.
Rassemblement en cours sur le parvis de l’Hotel de Ville de #Caen.
— Gilets Jaunes Caen (@GJCaen) January 18, 2020
�� via @LIBERTE_CAEN !#GiletsJaunes #Acte62 #Grève18Janvierpic.twitter.com/yBOvBoRI9u
“Grupos sediciosos quieren que impere la ley del derecho de la fuerza, quieren imponer la violencia a todos los que no piensan como ellos”, dijo Schiappa al canal de noticias BFM-TV. “Es muy alarmante e indigno de una democracia como Francia”.
En las manifestaciones de este sábado, los arrestos se produjeron a las 13H15 horas locales (12H15 GMT) en torno a la calle de Chateaudun, cuando un grupo de encapuchados se puso en cabeza del cortejo, lo que hizo sospechar en que se podía preparar alguna acción violenta.
La manifestación, para la que se había solicitado autorización oficial, había salido por la mañana desde la Puerta de Champerret, en el extremo noroeste de París, y atravesaba toda la ciudad en dirección de la estación de Lyon, al sureste, donde estaba previsto que finalizara.
Los sindicatos protestan contra la propuesta de reforma laboral del presidente Macron, que prevé la abolición de los regímenes especiales de sectores como el ferroviario y obliga a trabajar hasta los 64 años, dos más de los fijados actualmente, para conseguir una pensión completa.