El fiscal general de Libia, Al-Siddiq Al-Sour, en el marco de las investigaciones que tienen lugar por el colapso de las dos presas en la ciudad de Derna, que en plena temporada de lluvias provocaron severas inundaciones con un saldo de miles de muertos, ordenó el arresto de ocho personas presuntamente responsables del siniestro.

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Los encarcelados cumplían funciones de responsabilidad en el departamento de recursos hidráulicos o en el de administración de represas, aunque algunos al momento de la orden ya no trabajaban en el sector. Entre los cargos que se le imputan, están "mala gestión" y "negligencia", según la oficina del fiscal.

Las inundaciones causadas por la tormenta Daniel el 11 de septiembre pasado  desbordaron las represas y estás, notificadas con grietas desde 1999, colapsaron, enviando un muro de agua de varios metros de altura a través de la  ciudad. Desastre que dejó miles de muertos.

Las presas fueron construidas en la década de 1970 por una empresa yugoslava, con el fin de proteger a la ciudad de las crecidas repentinas, frecuentes en la zona. En 1998 la dirección de represas de Libia señaló fisuras en las dos construcciones, pero los diques no recibieron mantenimiento.

Los expertos ya habían advertido en varias ocasiones que las paredes podían reventar.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud el número de fallecidos registrados asciende a 4 mil, pero la cifra brindada por el jefe de la Media Luna Roja libia recoge que realmente hay 11.300 víctimas mortales.

De acuerdo con el fiscal general, la investigación comprende en total a 16 personas, entre ellas el actual jefe del departamento de recursos hidráulicos, su predecesor y el responsable de la oficina local de Derna, así como el director del departamento de administración de represas y su antecesor.

Entre los implicados también se encuentra alcalde de la ciudad, que según el comunicado es sospechoso de "abuso de función y mala gestión de fondos asignados al desarrollo de la ciudad", ya que el departamento libio de aguas y una compañía turca acordaron el mantenimiento de las dos represas y esta no se realizó, pero le fue girada de igual forma unas "sumas desproporcionadas" de dinero.

Los equipos búsqueda y rescate aún continúan excavando en el lodo y en los huecos de los edificios en busca de cadáveres, también peinan las costas del Mediterráneo en busca de los que la gran ola arrastró al mar.