Iglesia española admite denuncias de abuso a menores desde 2001
La Conferencia Episcopal reveló que los sacerdotes denunciados en 20 años se dividen en 144 diocesanos y 76 de órdenes religiosas.
La Iglesia Católica de España ha hecho pública este viernes en conferencia de prensa, la cifra de 220 denuncias a sacerdotes del país europeo durante los últimos 20 años por abusos sexuales a menores.
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La noticia llega de parte de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en desarrollo desde el lunes 19 de abril. La conferencia ha revelado también que los sacerdotes denunciados se dividen en 144 diocesanos (43 de ellos aún en proceso investigativo) y 76 de órdenes religiosas (26 aún en proceso abierto).
El secretario general de la CEE, Monseñor Luis Argüello Luis Argüello, explicó que 54 eclesiásticos encubrieron los delitos, entre ellos más de una veintena de obispos y cardenales. Aún así, dijo que la Iglesia Católica española no tiene “intención de abrir una investigación”.
El dato sale a la luz después de la petición oficial de la alta jerarquía católica de Roma, la semana pasada. Aun así, no se hacen públicos datos internos de las diócesis afectadas por estos casos de pederastia.
Arguello acotó que España cuenta con 31.000 sacerdotes y que durante el período de los últimos 20 años, la cifra de los delitos equivale a solo 0.71 por ciento de curas implicados. También, apuntó que en esa etapa la Fiscalía General del Estado ha recibido 220.000 denuncias de abusos, para evidenciar que el abuso es un problema que trasciende al espacio eclesial.
El alto directivo religioso explicó que los obispos están abiertos a colaborar con la Administración pública y la Fiscalía General del Estado “para poder abordar juntos este asunto doloroso en la sociedad española y poder contribuir” desde su “propia experiencia a la prevención de los abusos”.
“Reconocemos que en algún tiempo hemos podido caminar demasiado despacio. En otra época, incluso, mirar hacia otro lado”, afirmó, y añadió que la Iglesia dio “un giro normativo” a partir de 2001, tras el escándalo de la pederastia en el clero de Estados Unidos.