La Comisión Política de la Asamblea Legislativa de El Salvador dio ingreso a dos piezas de correspondencia (proposiciones no de ley), una de estas para retomar el informe de la comisión especial que investigó los hechos acaecidos el 9 de febrero de 2020.

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Una de las iniciativas, de prosperar en el plenario, permitiría se pueda recomendar la destitución del mandatario salvadoreño por la militarización de la Asamblea Legislativa en aquella ocasión, pero, de momento el informe de la comisión está en manos de la Fiscalía General de la República del país centroamericano.

La otra es iniciativa del diputado de ARENA (Alianza Republicana Nacionalista, extrema derecha), Ricardo Velásquez Parker, para evaluar la incapacidad mental del presidente Bukele, la cual invoca el artículo 131, numeral 20 de la Constitución salvadoreña: esta quedó en estudio pero sin establecer una fecha para su discusión.

Sin embargo, antes de que se leyera esta última iniciativa, el diputado no partidario, Leonardo Bonilla, pidió en su momento que no se le hubiese dado ingreso por la convulsión social que podría generar, pues dijo que declarar de "incapaz mental", al presidente, lo liberaría de responsabilidad penal a futuro: "si entra el expediente, podría haber un baño de sangre".

En relación con ello, el presidente de la Asamblea y de la Comisión Política, Mario Ponce sostuvo que la iniciativa no representa al órgano como tal en su totalidad, pero que debía darle ingreso porque es potestad del diputado que la presentó.

GANA (Gran Alianza Nacional, partido de derecha, escisión de ARENA) catalogó esta iniciativa como un golpe de Estado en contra del Ejecutivo y el diputado Guillermo Gallegos aseguró que su propuesta es, por el contrario, crear una comisión especial para investigar la solicitud del diputado Velázquez Parker.

Esta saga de tensión entre legislativo y ejecutivo se ha visto aderezada con una reunión a puertas cerradas sostenido entre el presidente Bukele y los miembros del cuerpo diplomático en la cual le habría comunicado del "intento fallido" de un "golpe de Estado" por parte de la Asamblea Legislativa, lo cual atribuyó al ambiente preelectoral; al tiempo que desmitió que en su reciente visita a Washington hubiera insistido en ver al presidente Biden, aunque funcionarios estadounidenses dijeron lo contrario.

El 9 de febrero de 2020, Nayib Bukele militarizó la sede de la Asamblea Legislativa durante varias horas, en medio de las tensiones con el órgano legislativo en relación con la aprobación del presupuesto.