Miles de personas se mantienen a las calles de la ciudad de Minneapolis este jueves por tercera jornada consecutiva para expresar su indignación tras el asesinato del afroamericano George Floyd, de 46 años de edad, por un oficial de policía.

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Los manifestantes se concentraron con carteles en los que reiteran que la vida de todos debe importar y repudiando lo ocurrido. Ante la intensificación de las protestas, el gobernador del estado de Minnesota, Tim Walz, activó a la Guardia Nacional luego que el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, declarara una emergencia local de hasta 72 horas.

Walz sostuvo que la medida tiene el propósito de “ayudar a proteger la seguridad de los habitantes de Minnesota y mantener la paz”, mientras que la Guardia Nacional indicó que iniciaron preparativos para hacer frente a lo que denominaron “actividades de disturbios civiles”.

Las reacciones a la muerte de Floyd comenzaron en varios sectores de la población al pedir justicia por el crimen, pero en el transcurso de la jornada se han registrado enfrentamiento entre los manifestantes y la policía, así como incendios y saqueos, según reseñan medios locales.

Los manifestantes reclaman que se levanten cargos penales contra los policías implicados en el arresto de Floyd, y está previsto que estas protestas continúen por varios días.​​​​​​​

Por otra parte, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes solicitó al Departamento de Justicia una investigación profunda del hecho, al que llamaron “la última de una serie de asesinatos extrajudiciales de alto perfil y escandalosos de afroamericanos sospechosos de cometer violaciones penales menores”.

Hasta el momento, los oficiales que detuvieron a Floyd únicamente han sido separados de la fuerza policial, mientras que algunos manifestantes se congregaron frente a la casa del agente que lo inmovilizó.